UsuarioObsolescente

En el 2009 el Festival Foto>30 me invitó a impartir un taller teórico acerca del tema de ese año: Paisaje. Hice muy buenas migas con mis alumnos. Después de nuestras sesiones matutinas, paseábamos todo el día por la Ciudad de Guatemala y me llevaron a los lugares que consideraban importantes que conociera: la plaza comercial Capitol, la Sexta Avenida, la galería Sol del Río, el Centro de Arte Paiz, etcétera… Una tarde regresamos al Centro Cultural España, y como parte de las actividades del Festival, se realizó una mesa redonda con los fotodocumentalistas Andrea Aragón, Daniel Chauche y la editora María Cristina Orive, quien afectuosamente nos dejó al público asistente hojear ediciones príncipe de La Azotea Editorial.

Quedé fascinado por el trabajo de todos y junto con mis alumnos nos unimos a la tertulia posterior al diálogo. En la plática quedé en visitar la casa estudio de Daniel Chauche en Antigua y así lo hice. Este texto es resultado de una conversación sabatina en la cual Daniel me introdujo a su trabajo, me presentó su laboratorio y me habló de otros hitos del documentalismo Guatemalteco.

Gracias a Jacobo Quan por facilitar el transporte de ida y vuelta hacia Antigua. Gracias a Emiliano Valdés por la invitación al Festival Foto>30.

Este breve texto fue publicado originalmente en la revista electrónica MondaPhoto Magazine, #3, 2010. En Issuu sólo están los dos primeros números de la revista, razón por la cual lo vuelvo a publicar con correcciones.

Daniel Chauche: Afirmaciones sobre la identidad guatemalteca

A portrait is not a likeness. The moment an emotion or fact is transformed into a photograph, it is no longer a fact but an opinion. 

Richard Avedon entrevistado por Nicole Wisniak, 1984

Cuando Daniel Chauche (1951) decidió establecerse definitivamente en Guatemala, en 1984, estaba resuelto a comprender al país de un modo íntimo, y para ello la fotografía fue una herramienta indispensable. Tuvo una primera estancia durante la década anterior que resultó definitiva: un año  después de haber llegado a San Juan Sacatepéquez sobrevino el terremoto del 4 de febrero de 1976 con un enorme saldo de daños: 25 mil fallecidos en todo el país.

Chauche y su entonces compañera, una antropóloga, se quedaron con el fin de colaborar en el restablecimiento de la población, no sólo en términos materiales sino también sociales. Él realizó una contribución específica al convertirse en “el fotógrafo del pueblo” durante algunos meses. Afirmación de la identidad social y restitución de la memoria fueron algunas de las “modestas” aportaciones otorgadas por el aún entonces joven entusiasta de la fotografía hacia la comunidad que lo adoptó.

Poco tiempo después continuó su viaje para concluir sus estudios en zoología y luego abocarse a los de artes visuales entre los Estados Unidos y Francia, donde se distribuyen sus orígenes familiares, para regresar y entregarse a la interpretación visual de la identidad chapina[1]: una trama compleja, rica en matices, sostenida por un sincretismo a través del cual se amalgama el conocimiento antiguo proveniente de las comunidades que hablan alguna de las 21 variantes de la lengua maya o de quienes habitan distintos centros urbanos y estimulan un intercambio cultural vertiginoso, abierto a culturas que no dejan de arribar desde ultramar.

Chauche halló en la renovación del discurso de la fotografía documental durante los sesenta en los Estados Unidos las estrategias formales que le permitirían sintetizar la vitalidad de los sujetos que ha fotografiado de manera consistente desde hace más de 3 décadas. Si bien en la producción de este fotógrafo todas las posibilidades de registro directo han sido articuladas, el retrato ha resultado ser el dispositivo adecuado para ofrecernos el resultado de sus detalladas observaciones, fruto de insistentes recorridos por las diversas comunidades distribuidas en la geografía guatemalteca. A través de ellos se nos ofrecen mapas sociales: cada detalle de la indumentaria, cada objeto de uso laboral o ritual, incluso la edad biológica del retratado, informa sobre las particularidades de la región, lo relevante en su vida social, el impacto que ello ha tenido en la configuración de su individualidad.

Inquietarse por la falta de contexto ante la evidente sustracción que significa el uso de un ciclorama blanco en los términos de la fotografía documental es injustificado. Daniel Chauche se ha dedicado con igual pasión a documentar la materialidad desde la cual se articula la identidad del chapín: altares, crucifijos, ofrendas, acumulación de imágenes religiosas católicas, indígenas, neocatólicas, de la cultura visual contemporánea de Occidente ya mestizada por sus interpretaciones locales… en efecto, la fe católica ha resultado la zona franca donde la heterogeneidad cultural de Guatemala puede coexistir a pesar de las profundas diferencias ideológicas y de clase de quienes las profesan.

Las imágenes seleccionadas provienen principalmente del portafolio Ser un hombre chapín, uno de los ciclos de trabajo emblemáticos en la trayectoria del autor, caracterizados por su contundencia y la coordinación efectiva de fuentes visuales diversas que el retratado o los devotos han dispuesto sobre sí o en un breve espacio significado como interface espiritual. Más allá de la eficacia de la imagen en términos formales y técnicos, estos retratos se “carean” con quienes realizan interpretaciones estereotipadas de lo que significa habitar un país con una historia reciente en la cual la violencia de Estado, los desastres naturales y la intermitencia de una vida en democracia son componentes ineludibles para entender a sus habitantes, sin por ello cancelar una diversidad en apariencia callada, incluso enmudecida por el desgaste que implica el acto reiterado de sobrevivir.

El fotógrafo nos participa de su admiración, el respeto y la fascinación que su constancia vital le producen. Ellos ingresan a un espacio discursivo donde se afirman, se arrojan sin titubeos, se manifiestan a través de la imagen para quien desee involucrarlos en su propia narrativa. Aquí hay diálogo y complicidad, incluso una cierta forma de veneración.

Irving Domínguez

Ciudad de México a 4 de diciembre del 2009, en el año de “bajar el switch”.

Daniel Chauche es además de fotógrafo, docente independiente de fotografía desde su establecimiento formal en Guatemala en 1984. A través de las entidades Luz y Sombra y Chez Daniel S. A. ha promovido el conocimiento fotográfico tradicional a varias generaciones de fotógrafos y artistas visuales guatemaltecos, entre ellos, algunos ya consolidados en el ámbito internacional como Luis González Palma.

[1] La palabra /chapín/, como sustantivo y adjetivo, es en realidad una categoría cultural que circunscribe la experiencia de la identidad guatemalteca moderna y contemporánea. Se trata, además, de un constructo inestable debido a la heterogeneidad simbólica que la alimenta contantemente (incluso no existe consenso respecto de su etimología). Es en todo caso una manera de aproximarse a la actualización de la identidad guatemalteca.

 

Autodefensor, San Juan Atitlán
San Juan Atitán, Huhuetenango, 1989, del portafolio Ser un hombre chapín, positivo en gelatina de plata a partir de negativo.
Mayordomos - Nebaj
Cofrades Mayordomos, Santa María Nebaj, Quiché, 1989, del portafolio Ser un hombre chapín, positivo en gelatina de plata a partir de negativo.
Padre Hijo
Padre e hijo, Páquix, Huehuetenango, 1989, del portafolio Ser un hombre chapín, positivo en gelatina de plata a partir de negativo.
Cargando Leña
Cargando Leña, Santa María de Jesús, Sacatepéquez, 1994, del portafolio Ser un hombre chapín, positivo en gelatina de plata a partir de negativo.
El Viudo
El Viudo, Nahualá, Sololá, 1989, del portafolio Ser un hombre chapín, positivo en gelatina de plata a partir de negativo.
Florencio Carillo b
Florencio Carillo Ramirez, Páquix, Huehuetenango, 1989, del portafolio Ser un hombre chapín, positivo en gelatina de plata a partir de negativo.
Un Saludo Desde El Umbral Del Eterno Retorno
Un saludo desde el umbral del eterno retorno, Rabinal, Baja Verapaz, 2005, positivo en gelatina de plata a partir de negativo.

Imágenes cortesía de Daniel Chauche.

Sitio web de Daniel Chauche

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