Este año cumplo oficialmente una década de trabajo curatorial “independiente”. Uso el calificativo por dos razones: En México la curaduría de arte contemporáneo es un trabajo que tiene por arena principal los espacios de exhibición que dependen del aparato cultural del Estado. Es decir, aunque se trata de propuestas externas, engañosamente designadas como independientes (gracias Rosa Olivares por el coscorrón: “¿independientes de quién?”), éstas terminan por concretarse bajo el amparo de un aparato institucional que posee la infraestructura museográfica necesaria (o mínima suficiente) para tales propósitos.
Tal y cómo subraya José Roca las curadurías se firman, por lo tanto, se les defiende con argumentos de quienes las conciben y realizan, esto quiere decir que uno se hace responsable de la enunciación elaborada a partir de un conjunto de obras seleccionadas, así como de cada una de las proposiciones que soportan el trabajo de los artistas participantes.
Mi labor no ha sido sencilla, he tenido tropiezos, periodos de sequía, aunque también de mucha satisfacción por realizar en los últimos 3 años mis propuestas y llevarlas a muy buen término, más allá de mis expectativas iniciales, desarrollando bastante obra ex profeso y comisionada resultado de un buen diálogo con los artistas, los equipos de museografía, y las dependencias encargadas de facilitar recursos para las exhibiciones.
Estoy obviando muchos detalles y casos específicos bajo condiciones más generosas unas que otras, pero no quería terminar este año sin recordar ese punto de partida: La individual de Juan Rafael Coronel Rivera, Ce Acatl. Cuando las piedras hablaron (2005), en la Galería José María Velasco – INBA de la cual me convertí en curador no sólo en créditos e interlocución entre institución y artista, también como intérprete al incluirse un ensayo mío en el catálogo de la exposición.
Alfredo Matus, Director de la Galería José María Velasco, gracias por el espaldarazo.
Por supuesto, un agradecimiento enorme a Juan Rafael Coronel por la experiencia.
